Y personalmente, ¿Amas u Odias El Reggaeton?

En ningún caso, la intención de este artículo es discriminar o clasificar un estilo musical. El título está relacionado a las opiniones generalmente extremas que tiene el reggaeton por parte de la gente.

Desde hace varios años que aunque nos guste o no, hemos bailado en más de alguna ocasión ese ritmo pegajoso y sensual que es el reggaeton. Muchos miles, y porque no decir millones, de jóvenes les fascina y otro tanto del público se tapan los oídos para no dejar entrar esos acordes repetitivos. Sin duda, este género musical da mucho qué hablar generando debate y controversia. Hoy en Mindscore queremos dar una visión de lo bueno y lo malo del reggaeton.

Vamos por parte. El reggaeton tiene como base las influencias del reggae pero con el pasar de los años ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que hoy podemos escuchar, o sea, una variación latina del hip-hop con características de la música bailable. En definitiva lo que hoy se escucha es la repetición constante de un compás que domina durante todo el transcurso de la canción. Esto hace de esta música un estilo monótono y que redunda en lo mismo tanto en letras como en melodía.

Otra característica que ha puesto los pelos de punta de algunos y algunas, es el mensaje al que el cantante apela. En sus comienzos el reggaeton apuntaba más a críticas sociales, pero hoy en muchos casos se hace alusión a la mujer desde una forma más bien vulgar y casi burda, apuntando directamente al sexo o a lo que tiene relación con el. Asimismo, esto se manifiesta en el baile erotizado y escandaloso, para algunos, en que el contacto físico es fundamental para la performance.

Dentro de todo esto, existe gente y músicos que se autodefinen como antireggaetoneros ya que manifiestan que este género poco o nada aporta a la música, a la creación, al manejo y el trabajo con los instrumentos, puesto que el reggaeton no cuenta con instrumentos musicales, sino con DJs quienes resultan ser los mismos cantantes y utilizan programas para hacer la música.

Para muchas miradas, el reggaeton se basa en esta repetición que raya en lo molesto y no es nada más que un target comercial que cuenta con los 3 elementos que son una melodía, armonía y ritmo. Existen entendidos que dicen que sin la melodía, este conjunto dejaría de definirse como música, y como para muchos el reggaeton no aporta en melodía del todo, concluyen que este género ni siquiera sería eso, o sea, música.

Por otra parte, no todo es malo. El reggaeton, así como el fútbol, se ha convertido en pasión de multitudes. Esto conlleva a que muchos cantantes reggaetoneros que han salido de barrios populares y socialmente vulnerables, han logrado la fama y la popularidad. Esto ha hecho eco en niños y familias que ven en ellos, modelos a seguir y sin enfocarse en las letras, a veces fuertes, que las canciones poseen, es basarse en tener el sueño de ser un cantante famoso, al igual que sus ídolos.

Poniéndole menos densidad al asunto y dejando de lado las letras que pueden sonar obscenas, el reggaeton tiene esa particularidad de subir la adrenalina en quienes la escuchan y hacer que la gente baile prendiendo a muchos como hogueras danzantes. O sea, si dirigimos como antídoto anti estrés o para animar una fiesta, tan solo porque hace bailar a la gente y olvidarse de todo lo demás, puede ser el género perfecto.

Por último, el reggaeton enfocado particularmente a una meta comercial, rompe los esquemas. Esto se debe a que en poco tiempo se obtienen resultados que son cuantiosos. Esto mismo ha llevado a artistas de la talla de Shakira o Jennifer Lopez a crear temas basados en el reggaeton y sin duda, han logrado éxito y grandes ventas.

Como dicen algunos, las cartas están echadas. El reggaeton existe y mientras haya seguidores, continuará existiendo y también seguirá existiendo la disputa de si este género es para amarlo con frenesí o para odiarlo con el corazón.